Las causas de desastres en algunas ciudades andinas, como La Paz y/o El Alto, no están dadas precisamente por la amenaza del cambio climático sino por una vulnerabilidad territorial que puede presentarse a diferentes escalas.
Así resume sus estudios el geógrafo e investigador Javier Núñez, quien estudia las ciudades andinas y su vulnerabilidad territorial. La geografía, como disciplina que permite integrar el estudio de la biosfera, la geósfera y los cambios económicos globales, ha sido útil en este análisis.
Núñez disertó sobre su investigación la semana pasada en el IV Simposio de Cambios Globales, que fue impulsado por la Universidad Mayor de San Andrés, el Centro de Investigaciones en Cambios Globales, el Instituto de Investigaciones Geológicas y del Medio Ambiente y la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia.
Los riesgos, como una combinación de amenazas y vulnerabilidad, fueron analizados en estudios de caso. Pero Núñez aclara que la vulnerabilidad no necesariamente está ligada a la pobreza, sino que puede ser una vulnerabilidad territorial en distintos grados.
Para el caso de la ciudad de La Paz, la granizada del 19 de febrero de 2002 afectó principalmente al centro y a la zona sur que no albergan precisamente a población dentro del límite de la pobreza. Se trata más bien de zonas, especialmente la central, de alta aglomeración de personas a la hora (14.00) en que sucedió el siniestro.
El otro caso sucedió en febrero de 2008, cuando el servicio de agua fue interrumpido debido a factores externos que impidieron la provisión de agua de la represa de Jampaturi. En esa oportunidad, precisamente la zona sur, considerada de clase media y media alta, y la ladera oeste de la ciudad, que concentra hospitales y centros de salud, fueron afectadas.
En estos ejemplos se establece que la vulnerabilidad territorial (sea en zonas pudientes o de pobreza) tuvo preeminencia respecto de cualquier otra de carácter social, y lo mismo sucede en ciudades como Quito (con la amenaza del volcán Cotopaxi) y Puerto Príncipe (con el terremoto de este año). El investigador y geógrafo propone estudiar este aspecto que todavía no ha sido abordado de manera exhaustiva.
Más si se considera que las ciudades andinas, según el Fondo de Población de la ONU citada por Núñez, prevé que la población urbana alcanzará en 2030 alrededor de 5.000 millones de personas a nivel mundial, concentradas en un 80% en los países en desarrollo.
“El acelerado crecimiento en esas ciudades sobre un lugar en un país en desarrollo es más rápido que la planificación”, dijo el expositor, antes de recordar la rapidez con que algunos barrios de la ciudad de El Alto se han desarrollado demográficamente en los últimos decenios.
El investigador Javier Núñez Villalba puede ser contactado a través del correo electrónico jnunezvillaba@gmail.com.
Fuente: PIEB.COM.BO
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